martes, 24 de junio de 2008

Esteban me contaba una vez que el dependiente de un video club cercano a su casa, al que solía acudir con bastante frecuencia, le atendía haciendo invariablemente el mismo comentario sobre cualquier cinta que acabase de alquilar: “Esta película está muy bien, tiene un poquito de acción, un poquito de suspense, un poquito de…”. Pues bien, como en esa cinta que es la vida, en este post para resarcirme del largo silencio, intentaré que haya también un poquito de todo...
Ha pasado algo más de un mes desde la última vez que escribí algo en estas páginas. Este silencio empezaba a preocuparme dada mi inconstancia y la desidia por la que suelo dejarme llevar, amén de otras circunstancias más cotidianas; hicieron que la duda sobre la continuidad de este espacio haya asomado en más de un momento.
No sería la primera vez que ocurriese esto. Todavía guardo algunas libretas que utilicé como diarios en distintos momentos, ninguna de ellas llegó más allá de unas cuantas páginas
escritas, más o menos dependiendo de la etapa que atravesase. Todas quedaron interrumpidas sin aviso alguno, capítulos inconclusos de una historia jamás contada. Sin embargo esta vez es diferente, me resisto a dejar esto en el aire. Supongo que el hecho de saber que puede haber alguien a quien satisfaga esta lectura o pueda resultarle interesante o útil en alguna forma, me hace sentir esa obligación a continuar.
Ha sido demasiado tiempo para poder hacerlo ahora de una forma ordenada, así que no lo haré siguiendo la secuencia correcta y seguramente, a pesar del intento por que esto tenga "un poquito de todo" como en las pelis de aquel tendero, muchas cosas se queden fuera.
Hubo citas y visitas al médico, distintas y variadas, esto es un must en mi vida. En resumen: no tendré que seguir haciendo seguimiento en cardiología pues al parecer he pasado el período crítico tras la implantación de stents. Ahora haré el seguimiento a través de mi médico de cabecera. Por una parte esto me supone la comodidad de ahorrarme los traslados hasta ese centro que me resultaba incómodo en muchos sentidos y las analíticas pertinentes para cada visita a pesar que los análisis para mi médico del vih incluían los parámetros que necesitase el cardiólogo y que los resultados están disponibles on line para cualquier facultativo. Ahora pues, tendré que lidiar con Francisco, pero como dice el refrán…”más vale malo conocido...” ¡Pobre!, le tengo gran aprecio pero eso no es impedimento para que a veces logre sacarme de quicio.
Lo único que queda pendiente es la cita con Sole, habían quedado en mandarme la cita por correo y a una semana de las vacaciones no tengo idea en que momento puedan llamarme para los próximos análisis. Espero que puedan avisarme por teléfono...
Almudena estuvo de visita un fin de semana largo, aprovechando que tenía asuntos pendientes con el traslado de su expediente académico. Después de intercambiar unos cuantos comentarios y alguna conversación, el paso lógico supongo que era éste, conocernos personalmente. Nunca me había planteado la posibilidad de que ocurriese esto con un lector del blog y debo decir que en principio hasta dudaba de los resultados de este encuentro, no por nada que tuviese que ver objetivamente con Dena o las conversaciones que pudiésemos haber tenido, al contrario. Era el hecho de encontrarte con un “desconocido” que por otra parte ha entrado a tu vida por una especie de puerta lateral, menos aparente, más íntima pero también muy amplia en cuanto a lo que deja saber del interior. Sólo eso, y la etapa de fobia social que estoy pasando, servían de justificante para la duda.
Todo fue mucho más fácil de lo que pudiese haber pensado. Nada más bajar del autobús, rápidamente pude identificar su cara, enmarcada en esos flecos de pelo que anuncian el carácter inquieto, de niña rebelde, sensible y creativa, esos ojitos soñadores, que miran con una mezcla de timidez y picardía....Tras ese shock inicial del primer encuentro, ambos supimos vencer la timidez con bastante dignidad y al menos por mi parte, en poco tiempo me sentí perfectamente cómodo en su compañía.

Paseo de Gatos Rumbo al mar

















Caaveiro

Dimos paseos de los que quedaron algunas fotos para el recuerdo, la acompañé a hacer sus trámites, hubo tiempos muertos de intercambio de silencios, de risas y de secretos y después de una tarde de lluvia y bares, despedí a una amiga a la que me une ya un gran cariño (te lo había dicho, no?) a pesar de ser, o quizás precisamente por ello, ¿cómo decirlo, una gran "puta"?. Lamento esta palabra disonante en este texto pretencioso, pero obedece a un juego estrictamente privado, valga decir que me vi obligado a ello...
Una bronquitis de carácter reservado me tuvo fuera de combate varios días tras la marcha de Almudena, luego, a consecuencia de los antibióticos que tuve que tomar, tuve una gastritis que me dejó completamente debilitado y sintiéndome una verdadera mierda. Sólo en casa y tras unos días así, los viejos fantasmas, amigos díscolos pero fieles, volvieron con su juego puñetero a hacer de las suyas. Felizmente ahora mientras escribo esto, no es ya más que un recuerdo... ¡cuánto más vago mejor!.
Estos últimos días he estado con algunos preparativos para vacaciones. Pasaremos el mes de Julio en la casa de la tía de Eva, Esteban, Marina y yo. Habíamos pensado en principio, irnos a algún camping, más que nada por Marina ya que así tendría la oportunidad de estar más en contacto con otros niños y niñas de su edad. El problema que encontramos fueron los perros, ninguno de los campings que buscamos aceptaba animales en los bungalows. Así pues, habrá que pasarse algunas tardes en la playa más "familiar" y “textil” para favorecer que Marina pueda hacerse con un grupo de amigos.
En la casa tendremos, además de la cercanía a la playa, más espacio y privacidad, hasta he pensado en comprarme una de esas piscinas de plástico para darnos un remojón al final de la tarde, mientras se prepara la barbacoa para la cena en el jardín....uhmm, planes!!!
Desde luego estas no serán en absoluto unas exóticas vacaciones en algún perdido paraíso gay, llenas de marcha y desenfreno. Pero me hace muchísima más ilusión este escape, a la vuelta de la esquina, en un lugar no por ello menos encantador y la para mi encantadora y normalizadora imagen de una pareja gay con su hija y un par de perros incluidos...¿no es acaso una bonita imagen?