Ahora, intentando volver a la rutina despues de las vacaciones y adaptándome a esta situación que se repite de nuevo, recuerdo un post donde respondía a algunas preguntas, era un meme, una cadena de esas que inundan la bandeja de entrada.
Una pregunta decía que cuál era el lugar más lejano de mi casa donde había estado. Respondía que mi casa era yo y siempre intentaba estar cerca de ella, de lo demás decía sentirme a veces infinitamente lejos.
Hoy me siento así, lejos muy lejos de algunas cosas que ya van perteneciendo al pasado, el tiempo inexorable se encarga de ello.
Desde ese sitio las imágenes se ven borrosas, no se logra reconocer rostros que alguna vez fueron conocidos, ahora de pronto en esa distancia resultan extraños. Cuando hablan esos rostros, oyes palabras pero no logras descifrar el mensaje y continúas sin reconocer ese rostro que parece hablarte a ti.
Desde ese sitio donde me encuentro, esa especie de páramo eterno, mi finisterrae particular, mi casa, vuelvo a sentirme cerca de mí. Cerca de ese eterno luchador, papel que el destino me ha designado, aquel que no se deja vencer, aquel que estará dispuesto a morir como los árboles, de pie, buscando rendir honor a una tradición familiar...
Siempre...