domingo, 23 de septiembre de 2007

La Resiliencia: Lo que no te mata te fortalece

"El éxito no se mide por los logros sino por los obstáculos que se enfrentan, los problemas constituyen una oportunidad. La vida sin problemas no existe y cuando no los hay deberíamos inventarlos".




Leyendo un artículo sobre la mediática desaparición de la niña Macann se mencionaba la alta capacidad de "resiliencia" de los padres. El término me llamó la atención pues jamás de los jamases había oído tal palabreja. Me puse a googlear a ver qué información sacaba en claro y hete ahí, que sin querer me encontré con una de esas claves de la psicología positiva que te enseñan a vivir mejor o por lo menos a superar más o menos indemne los distintos avatares que te ofrece la vida.

La Resiliencia en ingeniería, se refiere a la capacidad de un material de absorber energía antes de comenzar una deformación irreversible (1). También la ecología ha hecho uso de el término, se aplica a la capacidad de un sistema para absorber las perturbaciones sin perder características estructurales o de funcionalidad (2).


En Psicología, el término se refiere a la capacidad del ser humano a superar tragedias o períodos de dolor emocional. En los años 70, Michael Rutter, inspirado en este concepto de la física, lo asoció a una especie de "flexibilidad social adaptativa", el concepto trascendió al conductismo y fue ampliado gracias a los estudios de Boris Cyrunlik observando a sobrevivientes de campos de concentración, niños de la calle u orfelinatos. El concepto se ha extendido al mundo de la empresa e incluso existen cursos on line que nos permiten desarrollar esa capacidad en ocho horas.
Después de esta búsqueda no logro explicarme en dónde estaba metido yo en el mundo sin que este término se me hubiese cruzado antes, ¡Con las posibilidades casi mágicas que ofrece!.




1 comentario:

Almudena Lopez dijo...

Uy sí, que palabreja pero así haciendo un poco de memoria hay una película bastante bella que habla un poco de eso,"los juncos salvajes" de André Téchiné.
Cuando consiga pronunciar la palabreja intentaré incorporarla a mi caótica realidad (yo también iba por el mundo de mis mundanias ignorando ese elixir milagroso)
Flexibles puede, indemnes, lo dudo.

Besos.