“La vida es aquello que te va sucediendo mientras tú te empeñas en hacer otros planes”
John Lennon
John Lennon
Tras la tormentosa visita de mi hermano me he vuelto al nido de amor en el Campo de Estrellas para estar con E y huir así de los recuerdos más recientes.
Si, durante estos días que estuve alejado de estas páginas recibí una visita de L. Desde el primer momento que llamó para decirme que vendría, intuí que había algo oculto, algo no dicho que amenazaba problemas. Intenté no hacerme caso y decirme que no tenía porque ser así si me mantenía alerta a sus imprevisibles cambios de humor, intentando reconducir las situaciones con palabras adecuadas no tenía por qué haber problema alguno… ¿soy un incrédulo o simplemente estúpido?.
La estancia estaba prevista para veinte días pero abortó inesperadamente y sin explicaciones a las dos semanas. Nuestra relación queda ahora, nuevamente, en suspense y sin ninguna intención por mi parte de volver a reanudarla a menos que por su parte haya las disculpas pertinentes. Estoy harto y cansado de tanta falta de respeto, de insultos y reproches de alguien en quien ya no reconozco al hermano que alguna vez creí tener. No es más que una persona destrozada por la culpa, la frustración y el resentimiento por el fracaso de su propia vida. Algo de lo que en todo caso, sino ha sido él el único responsable, si ha debido jugar una parte más importante que yo desde luego, que he tenido muy poco que ver sino nada en absoluto.
No voy a recordar aquí ahora algo que quiero olvidar, no voy a permitir que me afecte más allá de todo lo que este absurdo episodio pueda merecer y me ha afectado ya, así que: ¡carpetazo y a otra cosa!
El regreso a los mimos y la compañía de E me ha puesto las pilas de nuevo. Me reactivé haciendo limpiezas y arreglando pequeños problemas domésticos que sirvieron para desviar la atención de esos desagradables recuerdos. También por supuesto y no por último menos importante sino que casi todo lo contrario, unas buenas sesiones de amor y sexo revolviendo sábanas sirvieron para relajar tensiones entre pícaros juegos, risas y apretujones. Todos estos cuidados me han desbloqueado, he aligerado pesos y tensiones e intento ahora llenarme de nuevas ilusiones, marcarme nuevas metas y reanudar mi vida para continuar bregando en este mar de lágrimas que diría mi abuela María con ese sentido fatalista de la vida que tenía la pobre, y no sin razones, dada la dureza de su vida.
Ahora solo quiero olvidar los recuerdos de esa inoportuna visita, de mis citas y problemas médicos y disfrutar con E nuestro tiempo juntos. Me ilusiona la próxima visita de Denita, conocernos personalmente y acompañarla en su viaje a estas tierras y estos mares que traerán recuerdos gratos para ella, que compartiremos, y risas frescas para ambos. Planear las vacaciones de verano con E y M en cualquier lugar que tengamos una tranquila playa cerca y un chiringuito donde calmar el hambre y la sed, sin mayor preocupación que disfrutar del momento con mis seres queridos y refrescarme en el mar cuando el calor apriete…
Si, durante estos días que estuve alejado de estas páginas recibí una visita de L. Desde el primer momento que llamó para decirme que vendría, intuí que había algo oculto, algo no dicho que amenazaba problemas. Intenté no hacerme caso y decirme que no tenía porque ser así si me mantenía alerta a sus imprevisibles cambios de humor, intentando reconducir las situaciones con palabras adecuadas no tenía por qué haber problema alguno… ¿soy un incrédulo o simplemente estúpido?.
La estancia estaba prevista para veinte días pero abortó inesperadamente y sin explicaciones a las dos semanas. Nuestra relación queda ahora, nuevamente, en suspense y sin ninguna intención por mi parte de volver a reanudarla a menos que por su parte haya las disculpas pertinentes. Estoy harto y cansado de tanta falta de respeto, de insultos y reproches de alguien en quien ya no reconozco al hermano que alguna vez creí tener. No es más que una persona destrozada por la culpa, la frustración y el resentimiento por el fracaso de su propia vida. Algo de lo que en todo caso, sino ha sido él el único responsable, si ha debido jugar una parte más importante que yo desde luego, que he tenido muy poco que ver sino nada en absoluto.
No voy a recordar aquí ahora algo que quiero olvidar, no voy a permitir que me afecte más allá de todo lo que este absurdo episodio pueda merecer y me ha afectado ya, así que: ¡carpetazo y a otra cosa!
El regreso a los mimos y la compañía de E me ha puesto las pilas de nuevo. Me reactivé haciendo limpiezas y arreglando pequeños problemas domésticos que sirvieron para desviar la atención de esos desagradables recuerdos. También por supuesto y no por último menos importante sino que casi todo lo contrario, unas buenas sesiones de amor y sexo revolviendo sábanas sirvieron para relajar tensiones entre pícaros juegos, risas y apretujones. Todos estos cuidados me han desbloqueado, he aligerado pesos y tensiones e intento ahora llenarme de nuevas ilusiones, marcarme nuevas metas y reanudar mi vida para continuar bregando en este mar de lágrimas que diría mi abuela María con ese sentido fatalista de la vida que tenía la pobre, y no sin razones, dada la dureza de su vida.
Ahora solo quiero olvidar los recuerdos de esa inoportuna visita, de mis citas y problemas médicos y disfrutar con E nuestro tiempo juntos. Me ilusiona la próxima visita de Denita, conocernos personalmente y acompañarla en su viaje a estas tierras y estos mares que traerán recuerdos gratos para ella, que compartiremos, y risas frescas para ambos. Planear las vacaciones de verano con E y M en cualquier lugar que tengamos una tranquila playa cerca y un chiringuito donde calmar el hambre y la sed, sin mayor preocupación que disfrutar del momento con mis seres queridos y refrescarme en el mar cuando el calor apriete…
No hay comentarios:
Publicar un comentario