John Holloway tiene 59 años, vive en una residencia para ancianos dependientes y sufre una serie de complicaciones de salud como diabetes, fallo renal, obstrucción crónica pulmonar, una úlcera sangrante, cáncer rectal, depresión y los insidiosos efectos de una fractura de cadera. Su salud es desde luego mucho más delicada que la de su propio padre de 84 años que se queja ligeramente de artritis, problemas de visión y una ligera pérdida de oído. Hace casi 20 años que John tiene sida.
Jeff, un neoyorquino de 56 años ha tenido un trasplante de cadera a causa de una necrosis avascular relacionada con los esteroides que tomó, como muchos vih+, para la neumonía. Tiene osteoporosis, una enfermedad rara en hombres de mediana edad, excepto en aquellos con vih.
Otro miembro del grupo de Jeff, de 69 años, ha tenido tres ataques de corazón y cirugía de triple bypass y su doctor predice que la enfermedad cardíaca acabará con él antes que el sida.
Jane Gross nos presenta, en un artículo para el NYT. Aging with Aids: Not an easy road, los casos de estas personas que lograron sobrevivir a la primera oleada del sida y cómo enfrentan sus vidas hoy día. Nunca se imaginaron que ese futuro que les fue dado gracias a las terapias antirretrovirales fuese a tener estos costos.
En un artículo aparecido en The body se señala el importante incremento en el número de personas mayores de 50 años viviendo con vih-sida en EE.UU, según el CDC este incremento ha sido del 77% para el período 2001-2005. Una proporción significativa y cada vez mayor, son personas que llevan conviviendo con el vih durante más de 10 años y sometidos a tratamiento antirretroviral. Señalan en el artículo el reto que supone ese gran desconocido que son las complicaciones de salud que se están observando en aquellas personas seropositivas de largo plazo y lo necesarias que son nuevas políticas de tratamiento e investigación para afrontar ese reto que supondrá la atención médica a estas personas con complejas dolencias que interactúan y dificultan su tratamiento.
Se empiezan a oír voces en la comunidad científica que dudan que sea una simple coincidencia de factores genéticos y edad los responsables de estos complejos cuadros de dolencias que presentan las personas tratadas a largo plazo contra el vih. La diabetes y el riesgo cardíaco están relacionados con la lipodistrofia causada por los medicamentos; el fallo renal, la osteoporosis, ciertos tipos de cáncer aparecen en números desproporcionadamente altos en estas poblaciones a edades muy tempranas.
Algunos científicos opinan que en el daño que pudo haber producido el virus antes del inicio de los tratamientos, unido a la toxicidad de éstos y los plazos de uso, pueda estar provocando ahora estos fallos orgánicos prematuros. No existen muchos estudios y los datos no son concluyentes. La investigación apenas está empezando.
Hoy en día, en el mundo desarrollado se insiste en hablar de sida como una enfermedad “manejable”, “tratable”. Así lo demuestran los titulares de algunos estudios que afirman que la esperanza de vida de los enfermos por vih, hoy en día, para aquellos que logran mantener sus defensas por encima de los 500 cd4s, son prácticamente las mismas que para la población general, ver aquí.
Sin embargo, la realidad de estas personas, las opiniones de profesionales de la salud que se enfrentan a diario con el problema hacen plantearse cada vez más ¿a que precio se les ha devuelto el futuro a estas personas?.
Hoy en día, en el mundo desarrollado se insiste en hablar de sida como una enfermedad “manejable”, “tratable”. Así lo demuestran los titulares de algunos estudios que afirman que la esperanza de vida de los enfermos por vih, hoy en día, para aquellos que logran mantener sus defensas por encima de los 500 cd4s, son prácticamente las mismas que para la población general, ver aquí.
Sin embargo, la realidad de estas personas, las opiniones de profesionales de la salud que se enfrentan a diario con el problema hacen plantearse cada vez más ¿a que precio se les ha devuelto el futuro a estas personas?.
Puede parecer una herejía para algunos esta pregunta, pero no todo está dicho sobre el Sida, y es necesaria una mayor implicación desde todos los sectores para promover políticas de prevención eficaces y replantearse el paradigma que afirma que está es una enfermedad controlada. Estos mensajes engañosos son los responsables de que las cifras de nuevos casos hayan experimentado un repunte a nivel internacional debido a una creciente despreocupación hacia las prácticas de sexo seguro de una manera general. El reto ahora, será enfrentar el tratamiento de los afectados a largo plazo y las complicaciones que presentan.
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