lunes, 14 de enero de 2008

Gays y política





Dicen que discutir sobre política y religión, es un absurdo además de una falta de educación pues nunca nadie logra acercarse a los puntos de vista del otro y por otra parte, aquello de no respetar las diferencias de pensamiento político vulneraría los derechos del otro.
Franco, Pinochet, Mussolini, Margaret Thatcher o Bush -por poner algunos ejemplos que tampoco va uno de muy puesto en el tema- no creo que fuesen buenos ejemplos de gobiernos de derechas en el logro de las libertades y el progreso (al menos no, para el pueblo llano, otra cosa sería para los bolsillos y las libertades de sus dirigentes), tampoco Stalin, Ceaucescu o Castro.
Personalmente pienso que en cada país o región, una determinada postura puede aglutinar gentes con afán político -un puntito ya como para hacerlos merecedores, para mí, de una cierta desconfianza- de mejor o peor ralea, a quienes debemos votar para que nos gestionen el cotarro y a los que deberíamos controlar siempre con veinte ojos pues ya se sabe que eso de la erótica del poder corrompe mucho.












Así en España se tiende a asociar la izquierda con el progreso y las libertades por oposición a la derecha representada por los sucesores del franquismo, ver "salir del armario a los 60". Sin embargo la izquierda siempre se ha asociado con ideas de progreso y libertades sociales.
En LatinoAmérica ha habido una tradición de gobiernos de derechas que no ha supuesto un gran avance para el continente, tampoco los gobiernos de izquierdas son buen ejemplo de gestión actualmente, en eso ha tenido mucho que ver siempre Estados Unidos y su famoso "back yard", poniendo y quitando dirigentes, desestabilizando regímenes contrarios a sus intereses, etc., que ya se sabe que a eso de río revuelto…
Independientemente de que México o Brasil sean actualmente dos de los motores económicos del Continente, ambos con ejemplos de gobiernos opuestos. Sufren de niveles de corrupción, desigualdades sociales y represión de libertades.
Todo esto viene a cuento por una discusión que leo sobre las derechas y las izquierdas en las que encuentro comentarios de gays de derechas. Cuando se es gay, al menos aquí en España, no deja de atragantárseme aquello de que se declare de derechas. Cuando se es seropositivo se me atraganta casi cualquier cosa…
¿Conclusión? Que todo es muy relativo como dijo nuestro querido Einstein, para ser corto y elegante.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola bluemoon, y tanto que es relativo,como bien dices; a veces a mí también se me atraganta esa incongruencia de ser gay y de derechas(como bien dices aquí en España al menos). Pienso que el problema es en parte que no se ha terminado de olvidar aquello de las "Dos Españas..." y que después de todo lo llovido no estamos ajenos al rencor de las genraciones que nos precedieron. Creo que falta más conciencia política, ser más comprometido sobre todo con uno mismo y ser concientes de cómo el entorno nos influye a la hora de pronunciarnos.
Por supuesto que creo que es absurdo ser Gay y de derechas, no puedes estar a favor de tu propia discriminación, a fav or de que cuestionen tus derechos, de que no te consideren familia, de que no consideren la misma capacidad de amar que a un heterosexual, que pretendan vendernos historias de peras y manzanas como si fueramos tontos o como si a los más jóvenes con ese "ejemplo" les pudieran convencer de aún no sé muy bien que idea.